Lo que escribe mi amigo Fran

Desalojada contra toda voluntad la inocencia que albergaba mí mente, la inexorable imposición cronológica daba paso a adolescentes añoranzas. Y envuelto en un alo de ficción manejaba como podía la experiencia de tenerte sin tenerte, de amarte sin amarte, de ser amado sin consumar amor.
Era el dulce de tus labios, el fugaz narcótico que anestesiaba mí razón que permanecería así hasta el alba, donde todo recobraría su verdadero sentido, donde la fabulación se tornaría realidad, donde yo volvería a ser yo, donde tú muy a pesar mío vuelves a ser tú.
Pero nada de esto haría cambiar las cosas, y tú beso seguiría siendo por mucho tiempo, la fantástica droga que me trasladase a ese mundo imaginario maravilloso de donde yo no querría regresar jamás.
Nada entonces me dolería, sentimentalmente hablando, salvo su directo rechazo. Puedo y se que podría aceptar todo menos eso, porque soy como el zombi que cuando ya perdió la vida poco puede importarle perder un brazo o una pierna y no se trata de ser frío, ni mucho menos carecer de sentimientos, simplemente se trata de aceptar sumisamente la cruda y fatal realidad de ser quien eres.
Así pasaba mis días y así mis noches, siempre en mí mente y mí corazón muy presentes tú corazón y tú mente, por que el uno sin el otro no es nada y hace ya un tiempo que me di cuenta, que los dos siempre conservamos algo del otro que nos pertenece.
Algo que es nuestro y se sitúa por encima de las miradas, de la familia, del sexo, de la propia materia que nos esculpe como personas y es algo tan grande que ha venido a llamarse “amor”.
No creo en el amor sin tú amor, no concibo un mundo sin tú presencia, no se nunca donde estas, pero se que estas. No importa lo lejos o cerca, lo único que importa es que estas y que estoy, porque somos simbiosis aún en lo más lejano, aun en lo más extremo.
Y así discurriría mí acelerada vida que me llevo a la incertidumbre, ese es el dilema que siempre me acongoja, la repugnante incertidumbre de si mañana tú y yo nos volveremos a ver, a besar, a querer.

P.D:Esto lo ha escrito mi amigo Fran, que aparte de ser un solete, escribe así de bien.Un saludo desde aquí ;-). Ya sabes que soy tu fan numero 1 ehh jeje.:p